Confucio dijo: «Una retórica ingeniosa puede corromper la integridad moral».(巧言亂德)
Estas palabras de Confucio, pronunciadas hace más de dos mil años, nos interpelan de cerca a nosotros en esta época, caracterizada por la sobreabundancia de información (o desinformación), la hiperconectividad y el uso instrumental del lenguaje.
Con notable honestidad intelectual, el ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Eduardo Néstor de Lazzari, sostuvo en relación con la interpretación de las normas jurídicas:
«Porque todos sabemos que los argumentos pueden siempre acomodarse. Yo puedo torcer y retorcer las interpretaciones y arribar a resultados opuestos, todos ellos susceptibles de ser considerados adecuados a la normativa vigente». – Dr. Eduardo N. de Lazzari
Esta reflexión jurídica encuentra una poderosa analogía con la advertencia de Confucio. La palabra, si se separa del eje de la verdad y de la ética, deja de ser puente de comprensión para convertirse en arma de manipulación. El talento discursivo —ya sea en la política, en el foro, en los medios de comunicación o en el pasillo— cuando no está acompañado por integridad, puede fácilmente degenerar en cinismo. El individuo que hace del lenguaje un juego de simulación constante, termina desconectándose de su propia conciencia moral ya que para engañar a otro primero debe engañarse.
Esto se agrava en contextos donde la inmediatez digital ha disuelto los umbrales entre lo verdadero, lo probable y lo infundado. En una sociedad que enarbola la libertad de expresión como derecho inalienable —y con razón—, corremos sin embargo el riesgo de confundir libertad con irresponsabilidad, y opinión con injuria. Las redes sociales se han convertido, en muchos casos, en espacios donde la «retórica ingeniosa» (巧言) sirve para desinformar, denigrar o imponer narrativas interesadas.
No sin razón que en el ámbito del derecho argentino, la jurisprudencia ha desarrollado la doctrina de la «real malicia», una figura que hace responsable a quien, teniendo posibilidad de verificar la veracidad de un hecho, difunde información falsa o maliciosa con conocimiento de su falsedad o con total despreocupación por la verdad. Esta figura jurídica protege no solo la honra de las personas, sino también el principio básico de la convivencia democrática: la confianza en que las palabras tienen límites morales.
Va de suyo que Confucio no desprecia el talento retórico, pero lo subordina a la virtud. Platón advertía contra los sofistas que enseñaban a “hacer parecer justo lo injusto”, y Epicteto recordaba que no es sabio quien habla bien, sino quien vive bien.
Hoy más que nunca, en una sociedad hiperconectada y en muchas ocasiones con anonimato, necesitamos una pedagogía de la palabra responsable. Enseñar a discernir entre el lenguaje que esclarece y el que confunde, entre la crítica que construye y la que destruye. Porque todos tenemos que ser consciente de que el lenguaje no solo dice el mundo: lo transforma, lo hiere o lo repara.
La libertad de expresión es un derecho fundamental, pero su ejercicio exige una conciencia de sus efectos. Como nos recuerda Confucio, cuando el talento verbal se disocia de la virtud, puede terminar por alterar la integridad del individuo y de la sociedad. La palabra no puede ni debe convertirse en máscara de la verdad (o media verdad) ni en excusa para la impunidad.
孔子說:「巧言亂德。」(意為:巧言令色會破壞德行)
這句話雖然出自兩千多年前,但在當今這個資訊(或錯誤資訊)氾濫、超連結發達、語言被高度工具化的時代,依然對我們發出深刻的警示。
阿根廷布宜諾斯艾利斯省最高法院前法官 愛德華多・內斯托・德拉薩里博士(Dr. Eduardo Néstor de Lazzari) 曾以罕見的誠實指出司法詮釋中的風險:
「我們都知道,論點總是可以被調整。我可以扭曲甚至反覆扭曲法律的詮釋,得出截然相反的結論,而這些結論卻依然可以看似符合法律規範。」
這番話與孔子的警語形成了強烈的呼應:語言一旦脫離了真理與倫理的根基,便不再是通往理解的橋梁,而成為操弄現實的工具。 無論是在政治領域、司法辯論,還是媒體話語中,若語言技巧不與品格相輔相成,就極易淪為虛偽與犬儒的表演。
從心理學的角度來看,將語言當作操控與偽裝的手段,久而久之會使人自我疏離,失去內在的道德感。因為要欺騙他人,首先往往得欺騙自己。
在今日的數位環境中,這一現象變得更加嚴重:即時傳播的特性模糊了事實、可能性與虛構之間的界線。 我們固然珍視言論自由這項基本權利,但若不加反思,便可能落入「自由」與「不負責任」的混淆之中,將「意見」誤當成「傷害」。如今,社群媒體常成為「巧言」的溫床,藉以操弄認知、散播謠言,或建構帶有立場的敘事。
因此,在阿根廷法制中,司法實務逐漸發展出「實際惡意(real malicia)」的理論:凡在有能力查證事實真偽的情況下,仍蓄意或明知故犯地散播虛假訊息者,須承擔相應責任。 這一原則不僅保障個人名譽,更保護民主社會最基本的信任機制:人們相信語言應有其道德邊界。
孔子並不否定語言的力量,但他主張語言應受德行所引導與節制。 柏拉圖亦曾批判詭辯家,譴責他們「使不義之事看似正當」;而斯多噶學派的愛比克泰德則提醒我們:真正的智慧不在於說得好,而在於活得正。
今日的我們,處於一個社群媒體盛行、資訊爆炸且充滿匿名性的時代,比以往更需要培養一種「負責任的語言教育」。 我們應學會分辨:什麼樣的語言帶來光明與理解,什麼樣的語言則製造混亂與傷害。因為語言不只是傳遞資訊的工具,它能構築、撕裂,亦能療癒這個世界。
言論自由無疑是一項不可剝奪的權利,但它的行使同時也要求我們具備對其後果的深切自覺。 正如孔子所言:當語言技巧脫離德行,最終將侵蝕個體的誠信,甚至腐化整個社會的倫理根基。 言語,不應淪為掩蓋真相的假面,更不該成為逃避責任的工具。